Los urbanos o cómo practicar un deporte extremo por 5 pesos

Foto 1: Luis Pizaña/IMAGEN
Foto 2: Blog
Texto: Yo (y mi subconsciente todavía encabronado)

Esta mañana se me ocurrió dejar el coche en casa y tomar el camión para irme a trabajar. Ya lo había pensado en alguna ocasión, cansado de manejar en el tráfico, de buscar estacionamiento, incluso hasta por economía personal y ¿porqué no? hasta por el planeta (un auto menos ya es algo).
Y salí, a caminar unas cuadras para llegar a la parada. Espero... y espero... y espero... 10 minutos... 15 minutos... por fin, a los 20 minutos, aparece el que me llevará al trabajo. Hago la parada... y el chofer, a pesar de verme, ni se inmutó. No se detuvo, porque iba muy entretenido jugando carreritas con otro camión de la misma ruta, pa' acabarla de fregar. Obviamente, el otro autobús tampoco se detuvo, la parada en pits era mucho más adelante y podían perder segundos valiosísimos en su emocionante carrera. En ese momento, hice un rápido recorrido por mi mente, encontrando toda clase de insultos, calificativos y conjugaciones que ni recordaba que existían. La mamá de ambos choferes permaneció en mi mente por los siguientes 10 minutos, lapso que transcurrió hasta que llegó el siguiente camión.
Enseguida recordé uno de los motivos principales por los que viajar en un urbano es toda una experiencia (terrible, la mayoría de las veces); no, no me refiero a los olores propios del amontonamiento de gente en un espacio reducido, ni al deplorable estado de las unidades, con asientos rotos, ventanas estrelladas y chicles en el piso, no. La música. Cualquier usuario lo sabe, y lo recordé enseguida: la peor música que se puede escuchar en un espacio público, tiene lugar en un camión urbano. Cumbias espantosas (el link es un ejemplo perfecto de la naquez extrema que menciono), letras infames, voces afeminadas pretendidamente romanticonas (el mismo link es ideal también para este caso)... un asco. Si, ya sé que parezco un amarguetas con tanta queja, ¡pero por Dios! entre el canal de las estrellas y la música de los camiones, se fomenta sin piedad la idiotización de las personas. Y conste que no pido que sintonicen Estereo Mendel o Radio Universidad con jazzecito o las sonatas de Händel, pero sinceramente creo que hasta el silencio sería mejor que escuchar los berridos de los cumbiancheros y reggaetoneros.
Otro punto que convierte el traslado en camión en un deporte extremo es la pericia de los choferes, que conducen sus cacharros como quien manejara una Caribe, con la pequeña salvedad de que el camión mide unos 10 metros y pesa algunas toneladas más que el compacto, lo que da como resultado que los pasajeros experimenten un vértigo parecido al de un paseo en montaña rusa, ¡pero lo mejor! que este dura varios kilómetros y todo viene incluido por el mismo precio.
Pues bien, después de unos 30 minutos y algunos cuantos cuasi-percances, llegué en una pieza a mi trabajo, y a pesar de todo, contento de haber dejado el coche en casa. No me tuve que preocupar por buscar estacionamiento, ni por cruzar la ciudad manejando en medio del tráfico pesado del mediodia. Nada de parar en la gasolinería, tan solo hace falta armarse de paciencia para esperar la llegada del camión y guardar un poco de ella para soportar los olores, la 'música' y el zangoloteo propio de la vejez del vehículo y el estado de las calles. ¡Pero vamos! Debemos de sentirnos afortunados. Este folclore solo lo podemos ver en México... bueno, quizá en la India.
Dejando de cosas, creo que si el servicio fuera más eficiente, esto es, con rutas bien trazadas, debidamente cronometradas, no existiera sobrecupo (he llegado a ver gente con el cuerpo fuera del camión!!) y los concesionarios pusieran de su parte y ofrecieran unidades en buen estado, limpias y seguras, y no solo quisieran ganar, ganar y ganar sin invertir, podríamos tener en el transporte público una excelente alternativa para usar menos el automóvil.
Lástima que como siempre, no pasa de ser un sueño lejano y desgraciadamente todo lo que suene a mejoras suena a utopía en México. Ni hablar...

No le presten...

Por cierto, el auténtico gober precioso, Luis Armando Reynoso (Mario Marín es un simple wannabe), anda con que quiere otro prestamito. Dice que necesita 500 millones de pesos para reforzar la seguridad en el estado, y los diputados ya le dijeron que... mmm lo van a pensar.
Y es que recordemos que apenas en febrero de 2007 Luis Armando recibió un macro crédito de 1,500 millones, a pagar en esta y las próximas dos administraciones, para la construcción de mega proyectos, como el Distrito Financiero en el Río San Pedro o un Centro de Convenciones... vaya. No es que uno vaya contra el progreso o la modernidad, pero en este momento las personas tenemos demandas más urgentes, como la seguridad, antes que un bonito complejo de edificios. Es más, no vayamos tan lejos. Creo que todos preferiríamos un reencarpetamiento de calidad en los 3 anillos periféricos, que otro enorme y costoso puente absolutamente inútil como el de la Villa Charra. La ciudad es en estos momentos una sucursal de la luna con tantos hoyos (hoyancos como dicen los reporteros radiales, jajaja), en cada lluvia López Mateos sigue pareciendo un canal veneciano pero con autos en lugar de góndolas y existe demasiada gente que, aunque mi gober no me quiera creer, todavía viven en casitas de lámina donde llueve más adentro que afuera y a los cuales un lujoso distrito financiero o una red de 5, 7 o 15 pasos a desnivel no les va a cambiar la vida.
En pocas palabras... LARF, con todo respeto, pero no la joda. No endeude más este estado. Mejor, con todo el dolor de su corazón tache alguno de sus cinco megaproyectos y canalice ese dinero para fortalecer a las corporaciones de seguridad pública... y de paso, le catafixiamos uno de sus puentes por la reparación de las avenidas importantes, ¿siii? Le prometo que así hasta los más escépticos le vamos a creer, al menos un poquito, cada vez que diga algo.

De todo, como en botica

En lo que al parecer ha sido la semana más intensa que se haya registrado en el ámbito policiaco en nuestra ciudad, tuvimos de todo: la ejecución de un mando policiaco, el frustrado intento de secuestro y posterior asesinato de un empresario, el ataque a dos uniformados municipales que fueron arteramente acribillados, la liberación de otro reconocido empresario que permaneció semanas cautivo, la irrupción de la policía en al menos cinco domicilios y el posterior aseguramiento de casi una docena de presuntos sicarios, y bueno, para poner la cereza en el pastel, el pánico causado por una presunta bomba en Torreplaza Bosques que al final resultó ser lacrimógena.


¿Qué nos dice todo esto? Bueno, hay muchas lecturas. En especial, vemos que por fin las autoridades se tuvieron que poner las pilas y dejar de hacer el ridículo ante la delincuencia, que a lo largo de estos últimos 24 meses ha hecho lo que ha querido...
Vemos también el aire triunfalista del gobierno, que se apresuró a vincular todos y cada uno de los crímenes no aclarados con la banda detenida. Incluso, como lo comentaba el regidor Armando López Campa, poco le faltó a la Procuraduría General de Justicia para achacarle los asesinatos de Colosio y Posadas Ocampo a estos sujetos. A ver que pasa, pero ojo gobierno, que nadie en esta ciudad cree que son ni los primeros ni los únicos sicarios que pisan este suelo. Probablemente existan muchos más en nuestras calles, entre nuestra gente, así que cuidado con echar las campanas al vuelo.

Paren esto!

Esta mañana nos levantamos nuevamente con malas noticias; Aguascalientes despertó otra vez con el sonido de las balas y las más recientes víctimas son, como siempre, policías municipales. Ricardo Marín Díaz y Juan Romo Terrones se suman a la larga lista de oficiales abatidos por el narco, y nos preguntamos, ¿cómo se puede frenar esto?.
No lo sabemos, y lo que es peor, nuestras autoridades también parecen desconocerlo.
Esperemos que con las detenciones que se han realizado a lo largo del día, se logre al menos ubicar y neutralizar a estas células que se han adueñado de las calles y que se han robado la envidiable tranquilidad que este estado presumía.
Mientras tanto, insisto: no nos podemos acostumbrar a esto.
¡Gritémoslo! ¡Ya basta!

Gobierno "IN"

El gobierno de Luis Armando Reynoso puede presumir la mejor feria del país, las instalaciones más modernas y lujosas, es más, puede presumir también el tener al gobernador mejor pagado de la república (y uno de los mejores pagados en el mundo entero). Pero ahora también puede presumir que sus corporaciones policiacas son las más IN del país... ¡si!

Son las más INcompetentes, INcapaces e INoperantes de todo México.

Esta mañana asesinaron al reconocido (y respetadísimo) empresario hidrocálido Gerardo Ibarra. Y para variar, los delicuentes escaparon, adivinó usted bien, por la carretera 45 Norte.

Y adivine que más... ajá... no atraparon a nadie, ¿que raro, verdad?.

Según algunos medios, un convoy de 3 unidades se dio a la fuga utilizando la salida a Zacatecas, la misma ruta de cada lamentable noticia de este tipo.

Insisto en la pregunta muchas veces hecha en comentarios anteriores.

¿Porqué a la policía de Aguascalientes, siempre, siempre, SIEMPRE, se le escapan los sicarios por la misma vía?

Yo me pregunto, y con puro sentido común ya que no se nada de técnicas policiacas, pero... ¿no bastaría con establecer retenes permanentes en dicha carretera? Si las autoridades saben de memoria las rutas de escape de estos sujetos, ¿porqué no hacen nada por sellar estas vías?
¿O se trata de precisamente no complicarles las cosas a los delincuentes? ¿Qué carajos pasa con este gobierno, y sus corporaciones que son burladas sistemáticamente, una, y otra y otra vez?

Ni hablar, otra vida que se pierde y otra vez, tres vehículos que evaden a todos las policías de Aguascalientes. Simplemente increíble...

El estado de Derecho es el más chueco... que ironía

Esto que parece ser un slogan de Cerveza Sol, es una patética realidad en Aguascalientes. Puedo enumerar muchos ejemplos, pero basta mencionar el caso de los mentados "Chupones".
Resulta que los sujetos en cuestión, conocidos delincuentes de la comunidad de Margaritas, municipio de Jesús María, Aguascalientes, fueron detenidos en un operativo policiaco encabezado por las fuerzas federales el pasado 5 de junio, donde fueron asegurados, además de ocho integrantes de la banda, medio kilo de marihuana, diversas dosis de cocaína, radios de comunicación y hasta cartuchos de diversos calibres. Pues bien, parece que para la PGR Aguascalientes esto no fue motivo suficiente para mantenerlos en prisión y los dejaron en libertad a los pocos días. Eso sí, al día siguiente leímos en el periódico que una mujer detenida con dos gramos de cocaína, fue sentenciada a 10 años de cárcel... ¿vaya equidad, eh?

Me pregunto, gente de la Procuraduría, Agentes del MPF... ¿no les da vergüenza? ¿De verdad no les remuerde ni poquito la conciencia, al soltar a las calles a estas personas?

Tiene que haber sin duda poderosas razones que obraron de por medio para que el Ministerio Público los viera de pronto tan inocentes y libres de toda culpa, ¿verdad? Y todos sabemos cómo se las gastan en esas instancias "impartidoras de justicia", así que más que asombrarnos, no podemos más que reafirmar el asco que sentimos como ciudadanos por el corrupto sistema judicial mexicano.
¿Qué sigue? Nada, esperar a que los "Chupones" tomen represalias contra los vecinos que los denunciaron o contra los policías que los detuvieron, y entonces sí, ver si en la conciencia (o lo que queda de ella) y los bolsillos de los corruptos "servidores públicos" cabe el haber sido partícipes de lo que a todas luces, es una maniobra opaca, desaseada y que apesta a corrupción vil y descarada.
¡Felicidades, PGR! Seguro que así le vamos a ganar la batalla a la delincuencia...