Tu tele miente.
6:25 p.m.
Minuto 40. En el estadio, la gente mira expectante el cobro del tiro libre, que puede dar al equipo local el triunfo, después de un cerrado partido. El delantero se perfila, dispara... y aparece de pronto en la pantalla:
"Los siguientes promocionales son ordenados por el Instituto Federal Electoral y se transmitirán hasta el 5 de julio."
Y después de ello, 3 minutos de promocionales de los partidos políticos y del propio órgano electoral.
El comentario general es "¿qué diablos se cree el IFE para interrumpir la programación?".
La interrupción de la programación está generando una percepción negativa de los mensajes y el Instituto está en vías de convertirse en el villano de moda entre los mexicanos, y todo gracias a la perversa complicidad del duopolio que controla la televisión mexicana.
La gente debería saber que en ninguna parte de la ley se ordena a las cadenas a interrumpir un partido de futbol o una telenovela para cumplir con las pautas. Siempre se ha realizado en las pausas, intercalando los spots oficiales con las inserciones comerciales. Esto, a todas luces, es una acción encaminada a desacreditar (aún más) al IFE y a los partidos (bueno, en el caso de estos, solitos se desprestigian, no es necesario empujarlos).
Por lo pronto, las televisoras están logrando su objetivo: exhibir al IFE como la perversa autoridad que se da vuelo cortando la programación, quitándole a la pobre gente su derecho al esparcimiento. Televisa y TV Azteca aún no digieren que se les acabe la minita de oro que representaban (todavía lo son) las campañas electorales en los medios electrónicos.
La ciudadanía se hartará de los mensajes políticos y de promoción del voto y podría terminar alejándose de las urnas, aunque recordemos que las próximas elecciones serán intermedias y estas no se distinguen precisamente por una copiosa votación, basta consultar el dato de las elecciones de 2003, con un escandaloso 58.32% de abstención. ¿Se podrá caer aún más bajo? Habrá que verse.
Y después de ello, 3 minutos de promocionales de los partidos políticos y del propio órgano electoral.
El comentario general es "¿qué diablos se cree el IFE para interrumpir la programación?".
La interrupción de la programación está generando una percepción negativa de los mensajes y el Instituto está en vías de convertirse en el villano de moda entre los mexicanos, y todo gracias a la perversa complicidad del duopolio que controla la televisión mexicana.La gente debería saber que en ninguna parte de la ley se ordena a las cadenas a interrumpir un partido de futbol o una telenovela para cumplir con las pautas. Siempre se ha realizado en las pausas, intercalando los spots oficiales con las inserciones comerciales. Esto, a todas luces, es una acción encaminada a desacreditar (aún más) al IFE y a los partidos (bueno, en el caso de estos, solitos se desprestigian, no es necesario empujarlos).
Por lo pronto, las televisoras están logrando su objetivo: exhibir al IFE como la perversa autoridad que se da vuelo cortando la programación, quitándole a la pobre gente su derecho al esparcimiento. Televisa y TV Azteca aún no digieren que se les acabe la minita de oro que representaban (todavía lo son) las campañas electorales en los medios electrónicos.
La ciudadanía se hartará de los mensajes políticos y de promoción del voto y podría terminar alejándose de las urnas, aunque recordemos que las próximas elecciones serán intermedias y estas no se distinguen precisamente por una copiosa votación, basta consultar el dato de las elecciones de 2003, con un escandaloso 58.32% de abstención. ¿Se podrá caer aún más bajo? Habrá que verse.
Imagen: supernab
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