¡Rayos!

Amanecemos con la novedad de que el Patronato de Fomento al Futbol de Aguascalientes (del cual el gobernador Reynoso Femat es presidente "honorario") ha tomado las riendas del Club Necaxa gracias a una decisión de Televisa, según se anunció. La nueva directiva está encabezada por el empresario Marco Antonio de Alba Obregón, hermano del Arq. Ricardo de Alba Obregón, miembro del gabinete de LARF como titular de la SEPLADE; naturalmente, el polémico Javier Pérez Teuffer fue separado de la presidencia, apenas a unos días del desplante protagonizado entre éste y el jugador colombiano Martín García, quien había sido expulsado del equipo por una supuesta agresión al directivo. Ahora el delantero volvió a los entrenamientos y el ahora ex-presidente, pues simplemente regresará a la Ciudad de México.
Es bastante claro que la televisora le ha otorgado al gobernador el control del equipo, quizá en respuesta a las críticas que desde el gobierno se habían lanzado en torno a la situación de los Rayos, inoperantes tanto a nivel deportivo como extracancha; nadie está conforme con el desempeño de Necaxa, a quien se les colmó de facilidades (muchas más de las debidas, sin duda) para su arribo a esta ciudad y que solamente han traído decepciones a sus cuatro aficionados.
Sin embargo, lo delicado es lo que sigue, y habrá que estar atentos al manejo que el señor Gobernador quiera dar a su nuevo juguete, máxime cuando es sobradamente conocida su generosidad con las causas mediáticas... la franquicia está etiquetada en torno a los 30 millones de dólares (unos 322 millones de pesos, o lo que es lo mismo, el doble del presupuesto anual del Hospital Miguel Hidalgo, por citar un ejemplo). El Estado tiene muchas cosas mucho más importantes en qué invertir, ojalá que la mala idea de gastar recursos públicos en este circo no cruce por sus cabezas.

La viva imagen de la decadencia

Vicente Fox Quesada... por mucho, uno de los ex-presidentes mexicanos más controvertidos de la historia reciente de nuestro país. De pocos alcances intelectuales, una lengua desconectada del cerebro y una cónyuge manipuladora y ambiciosa, está atravesando ahora por una dramática crisis que pone en duda la procedencia de su ostentoso estilo de vida, amén de las fortunas amasadas por los hijos de su esposa bajo la generosa sombra del poder presidencial.
Pero hoy ese poder ya no lo tiene. La señora Martha, tan malacostumbrada al ejercicio caprichoso del presupuesto gubernamental, a la suntuosidad, al derroche del erario, ahora contempla aterrada como su realidad va cambiando, y aquella cima a la que subió trepando, se desmorona vertiginosamente, mientras las acusaciones de irregularidades de todo tipo contra la administración de Fox suben de tono y éste pierde los estribos cada vez con mayor facilidad, al sentirse atacado.
Sin embargo, el expresidente debería de ser consciente de que en la política las lealtades no existen, sino que son un simple estado temporal; el revanchismo, el canibalismo político es, ese sí, una práctica habitual, y él debería sentirse bastante preocupado ya que en su afán de defender a toda costa a su problemática consorte y a sus inquietos y hábiles hijos (de ella), puede terminar perdiéndolo todo. Si me apuran un poco, quizá hasta la libertad, cosa que dudo mucho que suceda, ya que en este país la justicia a ese nivel no aplica, pero es evidente que existen demasiadas cosas turbias alrededor de Fox y Sahagún que bien valdrían una investigación a fondo. Estamos pues contemplando el desplome de una figura que ni siquiera cuando ejerció el cargo supo hacer respetar la investidura y con ella la institución y a la nación misma que representó, y por lo tanto no se puede esperar ahora que se comporte de una manera digna. No lo pudo hacer antes y obviamente no lo va a hacer ahora.
¿Qué sigue ahora para Fox y familia? Nadie lo sabe, pero entre su estatua derribada, sus finanzas examinadas con lupa y una compleja red de favores políticos y empresariales bajo análisis, su futuro se vislumbra muy nublado.
Ojalá estas escenas sirvan como espejo para que todos aquellos gobernantes (sí, incluyendo gobernadores corruptos, de los cuales conocemos perfectamente a algunos) se vean reflejados y recuerden que el poder en algún momento se termina, y la sociedad reclama poco a poco una mayor transparencia en todos los actos que se tejen al amparo del mal llamado "servicio público".
La corrupción difícilmente se acabará en México. Pero tenemos como ciudadanos ciertas herramientas, aún débiles pero herramientas al fin, para conocer un poco más sobre el ejercicio del gobierno. Las legislación en materia de transparencia, tanto federal como local, sumada a una ciudadanía más activa e inquisitiva y una prensa más trabajadora y ajena a las esferas del poder, nos daría como resultado un ejercicio más sano de la administración pública. Lástima que estamos todavía tan lejos de ello...

¿Violencia doméstica? simplemente inaceptable

Este es un tema muy difícil de tocar, pero siento la necesidad de sacarlo al exterior. Acabo de enterarme, con mucho dolor, de un caso muy severo de violencia familiar, que atañe a dos personas muy cercanas y a las cuales quiero mucho desde hace años.
Sin embargo, la amistad que hay entre nosotros no me impide darme cuenta de la gravedad del caso. Es preocupante descubrir que hay tantos casos de maltrato doméstico, y peor aún es saber que culturalmente hacemos muy poco por acabarlo.
El caso que yo menciono involucra agresiones físicas y sobretodo emocionales. Sinceramente no puedo decir qué será peor, pero son igualmente aberrantes. Me cuesta mucho creer que una persona a la que amas te pueda causar tanto daño. Y me cuesta todavía más entender el porqué las mujeres (principales afectadas, aunque hay algunos casos a la inversa) pueden tolerar esto. Sé que son muchos factores, principalmente los hijos, pero... ¿de verdad se puede vivir en un entorno de maltrato? No lo creo. O al menos, a costa de dos cosas: integridad física y mental.
Este caso me recordó aquel anuncio muy trillado en televisión, donde se ve una mujer haciendo un recuento de las flores que le ha llevado su marido... la primera vez, por un golpe... y lo perdonó... la segunda, por un ojo morado... perdonó... la tercera vez, fue por una auténtica madriza, y las flores lo arreglaron todo mágicamente; la cuarta entrega de flores, fue en el funeral de la infeliz... vamos, es un caso muy dramatizado, pero tiene sus verdades. Muchas mujeres suelen perdonar muy fácilmente, trátese de una infidelidad, una agresión, o lo que sea. Bastan unas palabras lindas, un bonito arreglo floral y la promesa de cambiar, para que algunas retomen la esperanza de que "ahora sí" el pelafustán de marras cambiará, aunque sabemos que la naturaleza de una persona no cambia nunca. Aclaro, no generalizo, sé que hay mujeres que no permitirían ni que les levantaran la mano o la voz siquiera, pero desgraciadamente hay muchos casos donde la permisibilidad es inaudita.
En fin. Este es un tema muy delicado, del cual por cierto ni siquiera deberíamos de estar hablando, sencillamente no debería de existir. Pero está aquí, en muchísimos hogares y está en nosotros el hacer lo poquito que podamos para atacarlo: Instando a las afectadas a que no se callen y no permitan los atropellos. Exigiendo a nuestros diputados el contar con un marco legal que proteja a las víctimas y castigue duramente a los agresores; y sobretodo, hablando del tema, educando a los niños y a los más chavitos, haciéndoles ver que el maltrato físico, emocional y económico hacia las mujeres, trátese de esposas, hermanas, novias, mamás o quien sea, es un acto abominable y abusivo que no se puede permitir.

Por cierto, este video está muy ad hoc...

Arrabal techno

En pantalla, una escena típica de una película mexicana de ficheras de los años setentas. Los machos galanes sentados, departiendo alegremente en un congal de mala muerte, disfrutando del espectáculo que las muy exhuberantes bailarinas saben dar...
Pero eso es solo la parte visual. Hay que escuchar la música que lo acompaña: es una pieza finita del Acid Cabaret, sacada de la manga de los Kumbia Korrupters. Es una delicia escucharla, bailarla y disfrutarla. Chéquenla!

Música, chelas y papas

Hace unas semanas nos enfrentábamos al problema de siempre: Parece que en Aguascalientes no hay a dónde ir por la noche y ya nos sabemos de memoria los lugares y los tracklists de cada uno.
Y es que, a menos que te guste el ambiente grupero, no hay muchas opciones de diversión. No hay suficientes conciertos, los antros se caracterizan por su música basura y suelen tener una vida efímera, hasta que la gente deja de ir, cierran unos meses, pintan la fachada, cambian de nombre y nos lo venden como un nuevo concepto.
Estaba ya fastidiado del Brixton, uno de los últimos refugios habitables en esta ciudad, cuando apareció en la escena una nueva opción, con un ambiente tipo pub irlandés, una gran variedad de cervezas nacionales e importadas, buenos snacks, y sobretodo, sin padecer dos inconvenientes que presenta el Brixton, que son la música a un sonido exagerado y las aglomeraciones. Esta nueva opción se llama Green Yard, ubicada a 1 Km del propio Brixton, justo adelante del Rezo, un poquito antes de llegar a donde estaba ubicado antigüamente el Cheers.
Sí, ya sé que esto parece un infomercial, pero hace tiempo que no me sentía tan cómodo en un lugar y eso es digno de comentarse. Estamos tan acostumbrados a lo malo... es decir, vamos al lugar que está mas lleno porque es el de moda... donde por cierto la música es horrenda (pa' que le guste a todos)... donde el mesero apenas si te visita para dejarte la botella y lo vuelves a ver hasta que pides la cuenta, cuando por supuesto está atento para recibir su bien merecida propina... donde cada bebida te cuesta un ojo de la cara y es de dudosa procedencia... es por todo esto que insisto, hay que reconocer cuando en un lugar te atienden amablemente, tienes donde sentarte, no hay filas para entrar, la música es buena y está a un volumen adecuado que te permite hablar sin gritar, y encima puedes alternar entre una cerveza Guinness, una Quilmes y una Corona... vaya, ojalá este lugar dure mucho tiempo y no decaiga. Estaremos atentos... mientras tanto, pidan sin falta una orden de Krispy Balls... aunque son un poquito adictivas...

¡Cómo olvidar!

"Antiguos espíritus del mal... ¡transformen a este cuerpo decadente en Mumm-Ra, El Inmortal!"

Así comenzaban mis tardes, por allá del 88, 89... Regresando de la escuela, y terminando la tarea, era libre para drogarme un rato con televisión... Los Thundercats, Los Cazafantasmas, La Liga de la Justicia, Corre GC Corre, Tranformers, Mazinger Z, He-Man y los Amos del Universo... todas ellas series fantásticas que ahora son parte de un recuerdo imborrable de mi niñez.
¡Qué padre era ser un niño! Cero preocupaciones, mil sueños, millones de posibilidades, cientos de caminos. Ahora observo a mi hermano el más pequeño y me doy cuenta que a pesar de las enormes diferencias entre los medios de entretenimiento que yo tuve y los que el ahora tiene, la esencia no cambia. El ríe como enano con Los Padrinos Mágicos, como yo lo hacía con el gato GC; se emociona con los Teen Titans, al igual que yo lo hacía con Leon-O, Pantro y Tigro; alucina cuando el gigantesco robot de los Power Rangers se ensambla, idéntico como a mí me pasaba cuando emergía Mazinger de las aguas.
Ahora el navega en internet, yo aún tuve que recluírme muchas tardes en la biblioteca; Escucha música en un pequeño mp3 player, yo era feliz con un walkman del tamaño de una sandwichera; guarda sus trabajos en una memoria usb, cuando yo compré mi primer disquete de 3.5"-de alta y doble densidad- en la secundaria (lo siento, no me tocaron los de 5, 1/4); juega en la PC o en un X-box con la misma alegría con la que yo tomaba mi poderoso NES y me embebía con Mario Bros; tiene una tarjeta electrónica para pagar el camión urbano, yo pagaba con una o dos monedas (ahí si le gano... antes era mucho más barato)... y bueno, no es el caso de mi hermano, pero he visto a muchos niños con teléfonos más sofisticados que el mío, lo que por cierto me parece un exceso tratándose de niños, pero bueno... yo tenía un reloj calculadora que me permitía sentirme tecnológicamente avanzado.
No cabe duda que las brecha generacional ya no es tanto de ideas, sino de costumbres. Los niños siguen riendo con la televisión, jugando en las calles y haciendo tareas, mientras yo le agradezco de nuevo a la internet por traerme de regreso los recuerdos de aquellas tardes tan padres donde mi única preocupación era que Mumm-Ra no acabara con los Felinos Cósmicos.

¡Birmania libre!


Free Burma!