La caja idiota se supera... y se hace más idiota

Les diré una cosa: estoy realmente harto de que la televisión nos trate como idiotas; que intenten vendernos cualquier porquería sin el menor recato y que encima de eso, nos quedemos impávidos contemplando la mercadotecnia barata con la que nos abofetean a cada instante.
¿A qué viene esto? Bueno, podría enumerar muchos ejemplos, todos igualmente detestables, pero en particular quiero referirme a los famosos “Rayos X para celular”, el “Oso gominola” y el “Localizador de parejas” que ocupan fácilmente el 50% de las pautas publicitarias no solo en TV abierta, sino incluso por cable. No es raro estar disfrutando de algún buen programa en NatGeo cuando en el corte sufrimos el bombardeo implacable de anuncios que pensábamos eran para algún otro tipo de público… una invitación al zapping.
Esos anuncios existen porque resultan rentables. El producto podrá ser una auténtica basura, pero mientras existan consumidores, la oferta seguirá al aire. Simple, ¿no?
Entendiendo el problema, el Vigésimo Cuarto ofrece a usted, estimado visitante que llegó gracias a Google buscando los “rayos X” o al osito de marras, una guía sobre los dichosos productos, esperando que si deja usted de marcar al 40400, estas compañías dejen de saturar la televisión con su propaganda infernal. ¿Ok?

Rayos X
Como las letras chiquitas en pantalla lo dicen, es un SIMULADOR. De hecho, hace relativamente poco tiempo se incorporó la leyenda aclaratoria, seguramente motivada por el aluvión de quejas sobre la ineficacia del “invento”. Es solo eso, una pequeña aplicación Java… ¿o en serio pensabas que tu Sony Ericsson de Famsa emitía rayos x? ahh, ternurita… 

Gominola
Sobre este amiguito gelatinoso se dicen muchas cosas, incluso hay quienes se han tomado la molestia de analizar la pista musical al revés atribuyéndole mensajes subliminales. A mi me daría más miedo escuchar algo de Justin Bieber (al derecho o al revés), el punto es que resulta una desagradable animación con una aún más desagradable melodía por el cual inexplicablemente las personas pagan por descargar en sus teléfonos. Inconcebible, pero si tanto les gusta, una googleadita podría ayudarlos.

Localizador de parejas
¿Piensas que tu pareja te engaña? Si crees que puedes descubrirla enviando un mensaje al 40400 y con ello saber la verdad, creo que sí, corres el grave riesgo de que te engañen con alguien más inteligente. Igual y consulta esta página, es ultrasecreta y usada por la CIA y el MI6 para localizar personas…. Jajaja ok, no. 
Si de verdad quieres usar servicios de geolocalización, ¡inviértele billetes, chavo! Un dispositivo con GPS y  sitios como Google Latitude, Footprint, Foursquare pueden ser útiles. 

En resumen: La televisión nos ofrece porquerías porque mucha gente las consume. Si como televidentes y compradores ignoramos la publicidad basura, esta tendería a disminuir. No fomentemos la saturación de anuncios fraudulentos que engañan incautos y son por demás molestos. Dile NO a la publicidad para tontos.

Buzón de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía buzonrtc@segob.gob.mx


Imagen del %&/$#%$ Gominola vía: venuzcomplex.com

'Vamos ganando', ¿verdad, mi presi?

Ilustración: Hernández

Hace más de un año, le puse 'pausa' a este blog; en ese momento el país entraba en una vorágine violenta como nunca la habíamos visto, y en este espacio se comentaron numerosos episodios dramáticos que fueron mermando poco a poco nuestra capacidad de asombro, pulverizando la ya de por sí pobre sensación de seguridad que teníamos en las calles y convirtiendo al país en un estado fallido, colapsado y completamente rebasado por su problemática ante los ojos de propios y extraños.
Hoy las cosas no han mejorado en absoluto. Las noticias dan cuenta un día sí y otro también de ejecuciones, enfrentamientos y los desgastados discursos de Calderón 'repudiando' los hechos y retando, engallado, a esa 'ridícula minoría' (como él la califica) que asola el país.
Lo dije hace dos años, lo repetí hace uno y ahora insisto en ello: El Presidente se equivocó terriblemente en su estrategia contra el crimen, optó por la fuerza sobre la inteligencia y el baño de sangre salta a la vista. Miles de muertos (muchos de ellos policías, militares, sus familiares y hasta gente que tuvo el infortunio de pasar por un lugar inoportunamente), caída del turismo, inversiones y lo peor de todo, es que nos robaron la tranquilidad con la que vivíamos.
Creo que nadie está en contra de que se combata al crimen organizado, pero no se le contendrá con desfiles militares en nuestras calles, sino con una real y exhaustiva labor de investigación que permita golpearles económicamente; en lugar de ello el gobierno decidió enfrentarse a tiros y a diario se paga la cuota por esa decisión.
Lamentablemente, Calderón sabe que no hay vuelta atrás. Ni las circunstancias ni su orgullo le permitirán cambiar el rumbo de sus políticas de combate al narco y seguiremos leyendo a diario cómo continúan cayendo criminales y policías, escucharemos en la radio reportes de balaceras en tal y cual lugar, veremos en televisión noticias sobre granadas, cuerpos y demás atrocidades, por lo menos hasta que termine el sexenio y con él, se renueven las estrategias de seguridad pública.
Nos queda esperar y perder el tiempo con otros temas, de momento tenemos a César Nava y Patylu y a Cabañas como recursos perfectos para tener ocupados a los mexicanos.

Tocando fondo

Hace ya algunos meses, posteaba por aquí la historia de una amiga inmersa en una relación bastante complicada, donde los celos y el control de su pareja eran algo cotidiano.
Ha pasado el tiempo y esa relación continúa, llegando cada vez a puntos más críticos y peligrosos: grabación de llamadas, prohibición de salidas, intervención de correos electrónicos y sus respectivas palizas en caso de no acatar las ‘reglas’. La pregunta es, ¿porqué una persona puede llegar a tolerar vejaciones para sostener una relación? y otra, ¿hasta dónde deben las amistades intervenir en el caso?
Repasando un poco el caso, ella es una profesionista talentosa, joven, con un buen nivel de vida y un trabajo importante. Físicamente muy atractiva y de carácter amable.
Su pareja, un hombre de unos 45 años, casado, radicado en otra ciudad y con un carácter explosivo y (sobra decirlo) posesivo. Causante de múltiples destrozos en casa de ella y acostumbrado a protagonizar desplantes en público. Alguna cualidad debe tener para apoyar su descripción, probablemente en su profesión sea destacado, no lo sé.
Entre sus reglas impuestas, está lo que sería en la práctica un ‘toque de queda’. El la llama a su casa a horas aleatorias de la tarde y noche, para asegurarse que esté guardada y sin visitas (así sean amigas o familiares). En caso de que por alguna razón se encuentre fuera de casa, dispone de 30 minutos para regresar, ya que si no atiende la llamada en casa se puede enfrentar a serios problemas en la próxima visita de su… mmm… ¿novio?, el cual ante su familia argumenta viajes de trabajo a Aguascalientes.
Su correo electrónico es revisado por él; ingresa a cualquier hora del día a su MSN para comprobar que no tenga contactos ‘no autorizados’, llegando al grado de entablar conversaciones en nombre de ella, para saber de qué habla con las personas.
Sus facturas telefónicas son objeto de revisión, y por alguna inexplicable situación, él sabe perfectamente qué visitas recibe en casa, a pesar de vivir en otra ciudad. ¿cómo? Mmm… ¿el vigilante de la caseta de acceso al fraccionamiento donde ella vive, podría responder a ello? caray.
Esta situación duele, porque es mi amiga desde hace muchos años y nunca la había visto inmersa en una situación así.
Duele por no saber cómo proceder, porque ni siquiera permite que se le ayude, porque tan mal sabe que están las cosas, que agacha la mirada y evade el tema.
Duele porque ya no puedo verla. Quiero a mi amiga de regreso…