El Vigésimo Cuarto

Leyendo el periódico esta mañana, ví una noticia que me impactó muchísimo. La verdad, no acostumbro leer la nota roja porque me ponen mal esas cosas, me enervan. Pero capturó mi atención... hablaba sobre la muerte de un pequeño de 9 años, con capacidades diferentes, que murió en el incendio de su casa, la cual carecía de luz eléctrica y por tal motivo, se iluminaban con velas, cayendo una de estas y sucitando el accidente, del cual el niño no pudo salir ya que no podía caminar.
¡¡¡Carajo!!! Una casa, en plena mancha urbana, iluminada con velas, con un niño con discapacidad. No cabe duda que la pobreza es un caldo de cultivo peligrosísimo para toda clase de siniestros.
Yo me pregunto, ¿cuántos hogares existen en Aguascalientes bajo las mismas precarias condiciones?
¿cuánta gente se alumbra con velas todavía en pleno 2008?
¿cuántos de ellos viven bajo techos de lámina y paredes de cartón?
¿en cuántas viviendas improvisadas siguen hacinadas familias enteras por falta de recursos?
¿cuántos de ellos utilizarán los peligrosos calentones de leña o de carbón en este invierno, para mitigar un poco el frío que se cuela esas construcciones?
Cada año se registran pérdidas de vidas relacionadas con intoxicaciones por monóxido de carbono causadas por dichos artefactos. Pero claro, o se mueren intoxicados o se mueren de frío.
Me pregunto también, si las autoridades de protección civil tienen registro de las condiciones en las que viven estas familias en ese tipo de asentamientos, ¿porqué no se toman medidas para disminuir los riesgos? Por elemental cuidado, se les deben procurar a dichas personas los medios para que no sigan poniendo su vida en riesgo. Pero no, otra vez nos damos cuenta de que para dichas medidas no hay presupuesto. El gobierno estatal prefiere derrochar 30 millones de pesos en apoyos a un espectáculo que es el futbol profesional, antes que canalizarlo a acciones prioritarias como lo es salvaguardar la integridad de la gente que nada tiene.
Ya veremos, en unos días más, como las autoridades les obsequian unas cobijas a dichas familias. Esos, son los "apoyos" que el gobierno sabe dar.