El Vigésimo Cuarto

Fue una exhibición patética. Un esfuerzo desesperado por alcanzar seis goles, que nunca llegaron. Seis goles que habrían alcanzado apenas para tener derecho a acceder a un "volado" que decidiría el pase a la siguiente ronda.
Pero no quisieron, se cansaron de fallar todo tipo de oportunidades, hasta las más ridículamente simples, y como resultado de esos yerros, México no estará representado en futbol en los Juegos Olímpicos de Beijing.
¿Qué pasa con el deporte nacional? ¿porqué el ancestral conformismo? ¿porqué esa tendencia a minimizar a ciertos rivales y creer que con el poder de la camiseta se les vencerá?
Será el sereno, pero aquello que la televisión nos vendió como "la mejor selección preolímpica de la historia" regresará al país enmedio de un monumental fracaso, ya que el no adquirir un boleto a los Juegos Olímpicos en una zona futbolísticamente tan mediocre, no puede llamarse de otro modo.
En fin. Ya veremos que pasa, la prensa seguramente achacará la crisis a Hugo Sánchez, pero si somos francos, nos daremos cuenta de que a la mayoría de los jugadores les quedó demasiado grande la responsabilidad llamada Selección Nacional y esa falta de cariño por la camiseta, esa poca entrega y el poco profesionalismo demostrado al cansarse de errar infantilmente una y otra vez, debería ser castigada con la remoción de muchos de estos en el equipo, aunque si tuvieran un mínimo de vergüenza, se deberían marchar por su propio pie.
Ni hablar, al menos es posible que nos ahorraran desde ahora la amargura de verlos caer patéticamente en la primera ronda de los olímpicos. ¡Carajo!