Chiquita, pero efectiva.

Y por fin, la conseguí. Pequeña, ligera y poderosa, bonita y por si fuera poco, muy económica. Esto es la Acer Aspire One, la nueva propuesta en el mercado de las ultraportátiles.
Con un peso de 980 gramos y un tamaño aproximado a las 9 pulgadas, esta joyita es tan fácil de llevar como un cuaderno ordinario. La batería convencional dura dos horas y carga velozmente. Cuenta con interesantes características (propias de dispositivos mucho más costosos), como un disco duro de 120 Gb, conectividad inalámbrica, webcam integrada y 1Gb de Ram… ¿nada mal para 5,000 pesos, eh?
A mí lo que me atrapó fue su cómodo tamaño. Sí, es verdad, quizá un teclado tan pequeño no es precisamente lo mejor para trabajar, pero vamos, llevo años usando todo tipo de aparatos portátiles sin complicaciones, así que solo es cosa de acostumbrarse.
A lo que no me he podido adaptar es a los botones del touchpad, ubicados a los costados del mismo, y no abajo, como suele ser lo común en cualquier portátil. Esto me complica un poco la vida, pero vamos, insisto en que es cosa de habituarse.
Fuera de ese pequeño detalle, solo existe otro, pero mucho mayor, al menos de momento: El conseguirla.
La versión con Windows y 120 Gb es difícil de encontrar, aunque las versiones con Linux (especialmente la de 8Gb) se compran hasta en la Plaza de la Tecnología. Y no son malas, incluso son más económicas (alrededor de $3,500 más IVA), aunque existiendo tal disparidad en el tamaño de disco y Ram, es obvio que todos buscaremos la mayor.
Me pasó algo curioso al comprarla… resulta que hace más de una semana, llamé a Sam’s Club para preguntar por la disponibilidad del modelo. Me dijeron muy amablemente que este jueves 4 de septiembre llegaría un lote de 60 equipos, entre los cuales pensé que estaría el mío,sin problemas. El martes 2 llamé nuevamente a la tienda, para cerciorarme que no hubiera contratiempos con el arribo de las computadoras… pues bien, resulta que me informan que los equipos no llegarían el jueves, sino que ya habían arribado desde el sábado. Para el martes, cuando llamé, de los 60 equipos solamente quedaban 4… sí, ¡56 unidades vendidas entre el sábado y el martes! Llegué a la tienda tan pronto como pude (unos 40 minutos después de colgar) y ya no había una sola Aspire en el lugar. Hasta la de exhibición había sido vendida. ¡demonios! ¡Pero si ellos me habían dicho que hasta el jueves! Creo que por un instante comprendí a los gringos que organizan masacres en lugares públicos, o al menos me dieron ganas de patear a todos y cada uno de los empleados de la tienda… en fin, me salí de ahí bastante molesto y un poco frustrado.
Entonces enfilé a PC’Smart, a ver si de casualidad lo encontraba ahí… y ¡oh, sorpresa! Tenían todavía algunos equipos, eso sí, un poco más caros que en Sam’s, pero al menos sí los tenían en existencia.
Salí contento con la compra y aún sigo disfrutando de esta pequeña maravilla que es sin duda, una de las mejores herramientas que he adquirido en mucho tiempo.

0 comentarios: