La resaca panista... (o cuando el poder se acaba)

Concluyó la jornada electoral en Aguascalientes y se asoman resultados muy interesantes. Para empezar, el triunfo de Gabriel Arellano sobre Arturo González, con lo que el PRI arrebata la alcaldía capitalina al PAN, que gobernó durante los últimos 12 años de manera ininterrumpida.

Es también de destacarse la tunda que el mismo PRI le propinó al PAN en la elección de diputados, con lo que el recupera también el control del Congreso del Estado... por si fuera poco, obtiene 5 municipios, lo que representa un golpe tremendo a Acción Nacional, que si nos remontamos a la elección pasada, ganó 10 de los 11 ayuntamientos y la mayoría de las curules.

Es digno de destacarse que contabilizando la cantidad total de votos recibidos por PRI y PAN, descubrimos que las cifras fueron muy parejas. Sin embargo, pequeñas diferencias fueron la constante en muchos distritos y municipios y esos pocos votos de diferencia fueron cruciales a la hora de definir al ganador.

Resalta también la copiosa votación que logró Armando López Campa, que con todo y Convergencia, un partido minúsculo y realmente insignificante en anteriores comicios, logró posicionarse como tercero, rebasando con mucho al PRD y relegando a éste al cuarto sitio, apenas encima del PVEM, donde sorprendentemente Catalina Azcona logró más de 5 mil votos y con el porcentaje que estos representan, podrán conservar sus prerrogativas estatales.

Ahora, después de este escenario desolador para el PAN, queda la pregunta: ¿qué les pasó?
Bien, podrían ser muchas las causas que significaron la debacle de ese partido, y la combinación de todas ellas dieron como resultado el que ya todos conocemos. ¿Cuáles fueron? Por principio de cuentas, el candidato. Era algo muy comentado en muchos círculos que la gris presencia de Arturo González no auguraba cosas buenas; las constantes pugnas entre "institucionales" y "luisarmandistas"; los conflictos en la convención panista; la soberbia, tan arraigada entre candidatos y sus grupos, tan seguros de la victoria, que no les permitió ver más allá de sus narices... No cabe duda, el PAN está viviendo la cruel resaca de su borrachera de poder.
Enhorabuena por la alternacia, creo que en ninguna democracia es sano el perpetuamiento de un partido en el gobierno; Ahora sigue lo bueno, esperemos que Arellano nos cumpla de manera efectiva sus propuestas. Paradójicamente, es probable que se den mejores condiciones de comunicación entre el gobierno estatal y el municipal ahora entre dos partidos distintos, que cuando pertenecían a las mismas siglas. En fin, cosas de política...

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