Víctima de la inconsciencia

Llega a mis oídos la noticia de la detención de dos aguascalentenses en la ciudad de Salamanca, Guanajuato, los cuales transportaban nada menos que 10 kilogramos de cocaína y 25 kilogramos de "cristal", con un valor en el mercado negro estimado en seis millones de pesos, equivalentes a 25,000 dosis. Sin embargo, lo que me llama la atención en este caso es que los detenidos son un matrimonio, que viajaban acompañados de su pequeño hijo de 4 años. Este punto es el que me parece particularmente delicado y no acabo de entender. ¿Hasta qué grado unos padres pueden arruinarle la vida a un hijo?
Me cuesta demasiado trabajo siquiera imaginar el shock emocional que debe de producir un hecho de esta naturaleza en una creatura tan pequeña, ajena por supuesto a la tremenda irresponsabilidad de sus padres. Esta detención les asegura al menos 10 años de prisión a estos, y eso si la sentencia fuera lo suficientemente benévola. 10 años en los que transcurrirá la infancia de su hijo alejado de ellos. 10 largos años de separación. Y todo, por una ocurrencia de los padres, que seguramente se fueron con el espejismo del dinero fácil; no se vale, insisto, marcar el futuro de un crío por los actos estúpidos de los adultos.
En fin, ojalá a este niño le espere un mejor futuro, seguramente bajo el cuidado de algún familiar cercano; mientras tanto, se convierte en otra víctima (¡¡¿cuántas van?!!) del poderoso monstruo de la droga.

0 comentarios: