El Vigésimo Cuarto

Por enésima ocasión, nuestra entidad se cimbra con noticias impactantes, terribles, que nos escupen en la cara una realidad cada vez más cruda y que muchos insisten en no querer ver: Nos han convertido en una ciudad hiperviolenta, donde incluso los encargados de proporcionarnos seguridad viven con miedo. Y no es para menos. El asesinato de otros cuatro policías en apenas unas horas es la cereza en el pastel que se ha venido cocinando hace ya muchos meses.

Esto ya es un cochinero. Es un baño de sangre que no merecemos contemplar. Y es aún más indignante, que como siempre, nos traten de dar atole con el dedo. Que el gobierno no de la cara, al menos en todo este domigo el señor gobernador no tuvo tiempo de manifestar nada al respecto de tan lamentables incidentes, y lo único que supimos de él, gracias a los periódicos, fue que recibió la visita de un torero, en tanto que la PGR anunció satisfecha la captura de una persona con 6 gramos de droga. ¡Genial, fabuloso! Tanto la PGR como el gobernador me hacen sentir tranquilo con tan buenas noticias... bueno, ya en serio: ¿De verdad no tienen vergüenza nuestras autoridades?
A la PGR habría que pedirle encarecidamente, nos haga el favor de no seguir cacareando sus estúpidos arrestos de narcos de quinta... está bien que los detengan, pero asomar la cara para jactarse de los decomisos de unas cuantas dosis de drogas, en una ciudad donde van al menos 10 policías abatidos por sicarios, eso es una desfachatez; en tanto, al señor gobernador, habría que recordarle que ya no está en campaña (¿o si?) y que la sociedad necesita seguridad, no costosos estadios para equipos mediocres, ni fuentes de aguas danzarinas en las glorietas, ni mucho menos necesitamos verlo pelearse con el Cabildo porque no lo dejan ponerle el nombre del equipo de marras a un nuevo fraccionamiento, no señor.
Necesitamos seguridad, salir a las calles nuevamente con la tranquilidad con la que antes lo hacíamos, el ver a un policía y sentir confianza y no miedo, y que estos tampoco lo tengan de nadie. Ya no necesitamos tanto circo, tan solo queremos paz... y por favor, insisto: Ojalá se tomaran las cosas con mayor seriedad y responsabilidad, señores de las autoridades, ¡ya despierten por favor!