El Vigésimo Cuarto

Está iniciando el mandato del señor Calderón y lo justo es darle un voto de confianza, ya que si no se lo dí electoralmente, al menos intentaré otorgarle el beneficio de la duda, duda que por cierto lo persigue hasta este día (sigo creyendo que tanta presión mediática contra el PG marcó la diferencia en los comicios).

En lo particular no le tengo mucha fe, aunque me anima un poco pensar que hasta Abelardo o el Monstruo Comegalletas pueden desempeñar un papel mucho más digno que el anterior presidente.

Investigando un poco, se sabe que Calderón cuenta con estudios en el ITAM y en Harvard, lo que al menos nos da cierta seguridad de que no va a salir con las domingueras típicas de Fox (que luego ya ni eran domingueras, sino que le brotaban a diario).

En la banqueta de enfrente, el señor Obrador sigue con su triste espectáculo. Hasta cierto punto entiendo su frustración, debe de ser terrible perder algo tan importante como la presidencia por un miserable medio punto porcentual, sobretodo viniendo de una ventaja tan aparentemente cómoda de más de 10 puntos que le otorgaban prácticamente todas las encuestas. Y aún peor, es la impotencia que debió de sentir al ver cómo el gobierno federal y sus aliados de la IP se lanzaban impunemente a una guerra mediática sin cuartel que logró su objetivo entre el electorado, la prueba es que esos 10 puntos de ventaja se esfumaron en unos cuantos días de intenso bombardeo publicitario.

Es obvio que también influyeron una serie de factores a lo interno de su campaña que en nada abonaron a frenar esta caída, sino que por el contrario coadyuvaron a precipitarla. Errores estratégicos que cobraron una factura altísima.

Por ahora, tenemos dos figuras que se presentan como presidentes, uno constitucional y el otra autodenominado “legítimo”, donde el primero lucha por abrirse espacios en medio de un incansable acoso por parte de la izquierda derrotada y el otro lucha por seguir figurando en esta gran carpa política surrealista, que toma casi como una broma las acciones de este pretendido “presidente” y poco falta por que ahora la cobertura informativa de sus actos se traslade de la sección nacional a las noticias curiosas o chuscas.